Ganar medallas en un tablero de ajedrez

Conocer Lima es conocer la Ciudad de los Reyes, tal y como se la conocía en tiempos del Virreinato de Perú en que fue la ciudad más grande de Sudamérica, aunque para entender cómo funciona esta ciudad hemos de remontarnos a “Limaq”, que era el término precolombino de esta urbe y el que finalmente permaneció en el tiempo.

Actualmente, aparte de ser la capital de Perú, es también el centro político, cultural y financiero destacando del resto de localidades del país, ya que su zona metropolitana agrupa al 30% de la población total del país.

En el siglo XX el centro histórico de Lima sufrió una modernización y crecimiento poblacional que finalmente se vino en deteriorar en la década de los 70’s y los 80’s en que el tráfico rodado hizo dañar la imagen de la ciudad y la tranquilidad de los viandantes.

Para evitar en parte este deterioro y fomentar la recuperación por parte de las autoridades peruanas, la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad el Convento de San Francisco en 1988 y tres años más tarde incluyó toda la zona del centro histórico de Lima gracias a la originalidad de su plano y a los más de 600 monumentos que uno puede encontrar en lo que se conoce como Damero de Pizarro que recuerda a un tablero de ajedrez. A partir de este cambio de mentalidad en la época de Alberto Andrade Carmona, la ciudad limeña experimentó la recuperación de todo su patrimonio arquitectónico, la reducción de la delincuencia y fue la pieza clave para el inicio de la  recuperación de una capital más transitable y con menos contaminación para los ciudadanos.

Actualmente la imagen corporativa de Lima de está creando, ya que las autoridades están viendo las oportunidades que se crean para atraer la inversión internacional en los proyectos que tienen en curso, y lo que está sobre la mesa es, por un lado, diferenciarse de la propia marca Perú, que ya está explotada y que depende directamente del Gobierno central, y también, como bien indica Armando Andrade, Presidente de Interbrand y grupo Pragma y Responsable de la futura marca-Lima se busca “que los limeños nos pongamos de pie y hagamos de Lima la ciudad que los peruanos y el mundo merece”, aclarando además que se ha de alejar los clichés gastronómicos que tanto la etiquetaron para centrarse en nuevos valores contemporáneos más transversales.

Mientras tanto, la ciudad de Lima crece en todos los sentidos y su promoción exterior también. Igual que los Juegos Olímpicos, los Juegos Panamericanos son un evento deportivo cuatrienal pero que como su propio nombre indica se celebra únicamente con la participación de países del continente americano. Se lleva celebrando desde Buenos Aires 1951 y en muchos casos supuso un empuje a candidaturas olímpicas mundiales como fue la de Río  en su celebración de los Juegos Panamericanos de 2007, antesala de los JJOO de 2016 en lo que se refiere a instalaciones, eventos y recepción de países y atletas.

Recientemente se celebraron en Toronto (2015), pero es en la edición de 2019 en Lima en la que podremos ver un cambio profundo la capital peruana.

Es importante explicar en este punto en qué consiste su Master Plan Lima 2019. La ciudad limeña está adaptando toda su infraestructura vial, deportiva y hotelera para hacer frente al desafío que supone los Juegos Panamericanos. Su principal proyecto en el terreno deportivo es la creación de un estadio para atletismo, otro para baseball, un velódromo y un polideportivo además de, como es lógico en estos proyectos, una gran zona de hospedaje para las selecciones deportivas y un área médica. Estas instalaciones se quedarán en manos de la población peruana, así como también la mejora del transporte masivo, que sea  cómodo y que dé confianza tanto a los nacionales, como a los visitantes de este evento.

La reorganización espacial que implica un acontecimiento deportivo de estas características siempre tiene un impacto que ha de beneficiar el futuro a largo plazo de la ciudad, así como su nueva imagen e identidad urbanas, dando pie a oportunidades de integración, sostenibilidad y mejora urbanas.

Así pues, el objetivo principal es incentivar a posteriori nuevas oportunidades programáticas que refuercen esta condición de espacio urbano:

• Una infraestructura deportiva de primer nivel con una imagen e identidad únicas, vinculadas a la historia y la cultura local.
• Zonas verdes que se integren en la ciudad revalorando áreas desocupadas y abandonadas que tiene ahora Lima.
• Espacios públicos para la integración social que ayuden a mejorar la calidad de vida de los barrios aledaños.

Para promocionar la marca Lima y sus Juegos Panamericanos se presentó una imagen moderna que ayudase a contextualizar a Perú con todo su bagaje cultural en el contexto latinoamericano.

El nuevo logo está representado por la flor de Amancaes que aúna la historia, la cultura y la tradición de la comunidad panamericana junto a la alegría que envuelve el deporte. La identidad de la ciudad se ve reflejada en los colores y los pistilos que unen a la capital peruana con el resto de las naciones participantes del continente americano. Su creación viene de la mano de los artistas Juan Diego Sanz y Jorge Luis Zárate.

Concretamente, afirman que la flor de Amancaes representa a tres deportistas con los brazos abiertos y también las tres Américas junto a la identidad más profunda y remota de la ciudad milenaria de Lima.

Los Juegos Panamericanos, serán, en definitiva, mucho más que un lavado de imagen de la ciudad. No es sólo la creación de una identidad urbana propia diferenciada del resto del país, sino que es la mejora de una ciudad que va a ser muy influyente, como capital emergente que es, en la próxima década y que pondrá a los limeños en el punto de mira del nuevo enfoque para su desarrollo urbano.